En unas elecciones que se destacan por ser más concurridas de lo habitual, la triste noticia es que la derecha consolida sus posiciones. Los tiempos de crisis que vive el capitalismo a escala global traen consigo un resurgir de la reacción conservadora, tal como ocurriera en el pasado luego de la crisis del 30.
La falta de una alternativa viable de izquierda, la carencia de una dirección en los movimientos de protesta social, sumado al resurgir del nacionalismo como respuesta reaccionaria a la crisis inmigratoria parecen decantar en que la extrema derecha sea quien canaliza esta masa de gente disconforme con el sistema.
El caso de #Francia es el más claro, donde tras meses de agitadas protestas callejeras el voto "castigo" contra el presidente Macron, terminó siendo coptado por Reagrupamiento Nacional, que es el nuevo nombre de la formación de la ultraderechista Le Pen. Reagrupamiento Nacional ganó en dicho país con el 24% de los votos, imponiendose sobre la tampoco progresista lista de Macron (con el 22%). Want to add a caption to this image?
En #España, por su parte, el partido Vox ingresó al Parlamento con 3 diputados. El escenario en #Grecia no es nada alentador, donde el partido del presidente Tsipras (Syriza) fue derrotado por el partido conservador Nueva Democracia (33% de los votos). Mientras tanto la liga ultraderechista liderada por Matteo Salvini ganó en #Italia con el 32% de los sufragios.
Como se ve en los gráficos que compartimos, la tendencia al aumento de la representación de los partidos conservadores es generalizada.
La necesidad de reconstruir un movimiento comunista internacional se hace cada vez más fuerte. Esta vez no está la URSS para aplastar al fascismo.
¿Es tiempo de ceder terreno, de moderar el discurso "para captar más votos"? ¿Es tiempo de replegarse a esperar que pase la tormenta?
O por el contrario, ¿Es tiempo de salir a encabezar las protestas y encausarlas por la vía revolucionaria?
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