La plataforma #Netflix es una de las más extendidas entre la juventud para el acceso al ocio y entretenimiento… Pero hay que usarlo críticamente. No hay que olvidar que detrás de la presunta “inocencia” de las series de televisión hay también una mirada y un trasfondo político. Esto es lo que ocurre con la popular serie “Chernobyl” producida por #HBO. La misma es parte de una nueva oleada de artículos y series que emulan la Guerra Fría, una serie muy linda, muy bien ambientada… pero que no deja de ser una burda propaganda anticomunista. Lo malo es que la llegada masiva que tienen estos medios permite formar opinión (tal como mostramos en el gráfico previo sobre cómo cambió la visión occidental respecto del papel de la URSS y EEUU en la Segunda Guerra Mundial LINK AQUÍ) Tras ver la serie muchos occidentales parecen creerse automáticamente expertos en marxismo e historia de la URSS y compran con facilidad el cuento yankee de que “los comunistas son los malos”.
(...)podrían hacer una serie igual de popular sobre las consecuencias en la salud de la población del uso de agentes químicos en la guerra de Vietnam por parte de los EEUU. "
Ya que estamos estaría hermoso que hagan una serie igual comentando los desastres ecológicos que produce la depredación capitalista en el Amazonas o el uso capitalista del glifosato a lo largo del mundo, quién te dice, en una de esas hasta podrían hacer una serie igual de popular sobre las consecuencias en la salud de la población del uso de agentes químicos en la guerra de Vietnam por parte de los EEUU.
Pero retomemos: la serie de Chernobyl, el desastre humanitario, que “demostraría” que “el comunismo es malo” fue atendido por…. ¡CUBA! Si, señoras, señores, no fueron los países capitalistas quienes movieron un dedo para salvar a los niños de Chernobyl, ¡Fue el gobierno revolucionario cubano!
Aun así, aun sufriendo su propia crisis y el consecuente desabastecimiento el Estado cubano se negó a dar por terminado el programa de atención a los afectados por el accidente de Chernobyl.
Cuba atendió a más de 25.000 niños ucranianos, rusos y bielorrusos afectados por el accidente nuclear. Pero no les dio solo atención médica, los albergó en una ciudad que les brindó teatros, escuelas y áreas recreativas. Incluso teniendo los cubanos su propia crisis. Poco antes de la llegada de los niños y niñas afectados por la radiación, Fidel Castro anunció que se venían tiempos difíciles y comenzó lo que se denomina “Período Especial”: la crisis que vivió cuba tras la caída del socialismo real en Europa. Aun así, aun sufriendo su propia crisis y el consecuente desabastecimiento el Estado cubano se negó a dar por terminado el programa de atención a los afectados por el accidente de Chernobyl. Así es como entre 1990 y 2011 son más de 25.000 personas las que llegaron a Cuba para ser debidamente tratadas.
Esto es algo que desconocen, y algo que no sale en ninguna serie (menos en esta de HBO). Esto es algo que los países gobernados por el capitalismo no entienden, ¿Cómo atenderlos incluso en medio de una crisis? Y nunca lo entenderán, porque sólo el socialismo conoce del verdadero internacionalismo proletario.
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