Uno de los caballitos de batalla de este gobierno para impulsar su política antiobrera de despidos masivos ha sido el foguear desde sus prensas partidarias (La Nación, Clarín, TN, entre tantas otras) la idea de que la cuestión pasa porque en todos lados está lleno de "ñoquis" los cuales son el problema y por tanto no pueden seguir viviendo "de vaguear".
En este sentido, la ideología dominante impone la noción de que "hay trabajadores que cobran un sueldo, pero no laburan". Desde diversos ámbitos políticos, culturales y sociales hay sectores que -por fortuna- han salido a atacar al gobierno y sus cómplices por tal acusación. Lo llamativo del caso, no obstante, es que nadie ha hecho una crítica de la crítica.
Desde Proletkult nos proponemos desarticular el mensaje de los opresores y repensar: ¿Acaso en este sistema no hay una CLASE ENTERA de ñoquis? Es decir, en el sistema que vivimos, toda una clase vive de aparecer únicamente para cobrar y enriquecerse gracias al trabajo que extraen de cientos y miles de trabajadores que tan sólo perciben como "compensación" un mugroso sueldo de hambre.
Resulta hasta irónico que sean los burgueses quienes digan que hay "ñoquis que no trabajan pero cobran", al referirse a trabajadores que trabajan hasta la extenuación por cobrar unas monedas en comparación con las fortunas que amasan y disfrutan quienes efectivamente NO TRABAJAN PERO COBRAN: esto es, LA BURGUESIA.
Dale, nos parece bien entonces: Que sean los que trabajan quienes disfruten de las riquezas producidas y quitemos a los verdaderos y únicos ñoquis sus privilegios.
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