Mientras muchos ven la escalada de conflictos en América Latina como un problema regional, Francia parece recordarnos que el problema es más amplio. Dos temas centrales del conflicto son la suba de combustibles y la reforma en las jubilaciones. Me recuerda algo... ¿No?
La escalada de la lucha en las calles viene desde hace un tiempo y uno de los bastiones fue la propia París donde hasta se llegó a incendiar grandes cadenas (como McDonalds) y hasta cortarle suministros a la casa del presidente (como el corte energético impulsado por los trabajadores).
Estamos ante un proceso abierto, ante un período que parece augurar un fuerte choque entre explotadores y explotados. La cuestión central será en cómo decantará el problema. Por ahora, la falta de un plan estratégico y de una organización capaz de ponerse al frente de la lucha con decisión parece indicar que caminamos hacia cruces y enfrentamientos que pondrán en cuestionamiento por unos instantes al Estado burgués pero que se resolverán con conquistas concretas y una vuelta a la situación previa (como pasó en Ecuador, lugar donde hubo una ocasión perdida para tomar el poder)
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