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Alianzas electorales, "táctica" y la postura bolchevique



Acercándose la época en la que tragar sapos estará en el menú de algunos, no faltarán aquellos que nos expliquen a los que no tenemos buen paladar los últimos avances del gourmete político. Debido a esta inevitable situación es que queremos repasar en forma muy pero muy breve un par de viejos textos de un buen chef de antaño: Vladimir Ulianov "Lenin".


Allá lejos (en Rusia) y hace tiempo (en 1906), nuestro querido Vlady se lanzaba a escribir dos folletos importantes: "El triunfo de los Kadetes y las tareas del Partido Obrero" y "La socialdemocracia y los acuerdos electorales" [1].

Así como con tantos otros teóricos y revolucionarios son manoseados por el revisionismo y los posibilistas, Lenin no está excento de ser utilizado con citas mecánicas y excentas de todo pensamiento leninista para justificar lo injustificable. Apelando en general al argumento de "contextualizar" se pasa a justificar supuestas tareas relacionadas con el contexto actual como si fuesen novedades. Ahora bien, ¿Qué pasa cuando en pleno Siglo XXI quedamos lejos de los planteos revolucionarios de principios de Siglo XX? ¿Qué pasa cuando "por contextualizar" estamos justificando tareas que los revolucionarios de un país atrasado y zarista consideraban reformistas o contrarrevolucionarias? ¿Estaremos yendo por buen camino?

¿Qué pasa cuando en pleno Siglo XXI quedamos lejos de los planteos revolucionarios de principios de Siglo XX? ¿Qué pasa cuando "por contextualizar" estamos justificando tareas que los revolucionarios de un país atrasado y zarista consideraban reformistas o contrarrevolucionarias?

Es en base a estas preguntas que retomamos aquellos folletos que muchos olvidan (o esconden para no tropezar con sus traiciones). En esos textos, muchas de las situaciones que enfrentamos hoy en día en nuestro país son analizadas por Lenin y, si bien quizás el método concreto no pueda ser mecánicamente trasladado, sí podemos utilizar sus aportes teóricos para analizar la realidad actual.


Alianzas electorales, el difícil juego burgués

En la época en que escribió sus folletos (1906) Lenin consideraba que la etapa en que se hallaba el movimiento revolucionario era luchar por la revolución democrático-burguesa, hecho comprensible al encontrarse él inserto en una Rusia atrasada, con escasa industria en comparación con otros países, y un sistema político zarista y su caricatura de parlamento como lo era la Duma. No obstante, aún siendo que él consideraba que aquella era la etapa de la revolución democrático-burguesa -y siendo que hoy aceptamos que nos encontramos actuando en países capitalistas- parece que él correría a muchos de sus supuestos seguidores por izquierda con facilidad.

Veamos qué decía Lenin sobre participar en las elecciones en alianza con el Partido Kadete [2] para enfrentar a las Centurias Negras [3]:

"Imaginemos que el Partido Socialdemócrata participó en las elecciones a la Duma; que logró obtener un número determinado de electores socialdemócratas; que para evitar el trinfo de las centurias negras no le queda otro camina que apoyar a los kadetes, que, por consiguiente, concierte con los kadetes un acuerdo electoral; finalmente, que cierto número de socialdemócratas lograr entrar, con ayuda de los kadetes, a la Duma. Cabe preguntarse, ¿Valdría la pena? ¿Habríamos ganado o habríamos perdido?"

Parece que Lenin entendía más sobre la "Batalla Cultural" que los actuales intelectualoides que tanto hablan de ella. Al continur su explicación, Lenin resalta que en esas condiciones el POSDR nunca hubiese podido demostrar a las masas la plataforma socialista, que los pequeños boletines marxistas quedarían eclipsados ante las inmensas tiradas de periódicos kadetes que difundirían la versión kadete de los acuerdos y conclusiones y por tanto, todo el programa revolucionario y las proclamas de los socialistas serían "lo mismo que una gota de agua en el mar". Según Lenin, "estaríamos EN LOS HECHOS en la situación de un apéndice mudo de los kadetes". Para luego concluir que además de todo ello, el POSDR pasaría a ser -ante los ojos del proletariado- responsable de todos los pasos de los kadetes; y resalta que ninguna declaración posterior bastaría para tapar la cuestion de que en los HECHOS el acuerdo estaría a la vista.


Alianzas o Independencia

Una y otra vez, Lenin da muestra de su entendimiento del marxismo al analizar los Partidos Políticos no como meras "identidades" o como "aparatos", sino como expresiones organizadas de las diferentes fracciones de las clases sociales. En este sentido, y siempre considerando que para nuestro autor Rusia se encontraba en la necesidad de una revolución democrático-burguesa, Lenin clarifica que la necesidad no es contraponer en forma abstracta al proletariado de sus enemigos en general, sino delimitar a estos últimos en la forma más precisa y concreta. Sólo así podrían determinar quiénes pueden ser "aliados" (puesto entre comillas por el propio Lenin en su texto). Ahora bien, Vladimir insta a no dejar jamás de "vigilar a todo aliado procedente de la democracia burguesa como lo haría con un enemigo" (qué diferente de cómo entienden algunos hoy las alianzas, ¿Verdad?)

Por último, dice que lo más importante es preguntarse con cuidado y seriedad qué es lo más ventajoso para los revolucionarios en cada momento. Escribe Lenin: "El argumento sobre el carácter proletario-campesino de nuestra revolucion no nos autoriza a extraer la conclusion de que sea necesario concertar un acuerdo, en una o en otra etapa de las elecciones a la segunda Duma, con este o aquel partido campesino-democrático. No es ni siquiera argumento suficiente para restringir en las elecciones la independencia de clase del proletariado y menos aún a renunciar a esta independencia".


"Contextualizando"

Resulta entonces imprescindible que nos hagamos estos mismos cuestionamientos, aún a la hora de "contextualizar". Pensando en la realidad de nuestro país, capitalista dependiente, en el Siglo XXI, incluso aún concediendo que quizás -y solo quizás- las capas medias puedan jugar un rol antiimpieralista, ¿Se puede concertar libremente acuerdos con los partidos de las capas medias sin pensar en las consecuencias? ¿No será acaso, como dice Lenin, "perjudicial"? Los partidos del proletariado caerán presas de los errores de los partidos de las capas medias hegemónicos en los frentes, sus voces seran apagadas por la inmensa maquinaria y aparatos propagandísticos de los partidos "progres". ¿Serán suficiente algunas declaraciones aisladas para contrarrestar esto? ¿Alcanza con ser "un apéndice mudo" aún para enfrentar a las "centurias negras" de nuestra época?

¿Cuánto se avanza en dirección a la construccion de contrahegemonía o al triunfo en la Batalla Cultural siendo acallados por la prensa "democrático-burguesa"?

Aun considerando que esas fracciones de clase pudiesen de forma muy hipotética jugar un papel revolucionario, tal como pensaba Lenin respecto del carácter campesino-proletario de la revolución, aquello no es argumento suficiente para renunciar a la independencia de clase del proletariado.

¿Qué excusas tenemos en el Siglo XXI para renunciar a ello?

Nosotros decimos que ninguna.



[1] Nota: Recordemos que en aquel entonces el partido que luego sería "Partido Comunista", se llamaba "Partido Obrero Socialdemócrata Ruso", por eso las aluciones a un "partido obrero" o a la "socialdemocracia".

[2] El Partido Kadete era llamado así por sus siglas. Eran el Partido Democrático Constitucional, y corresponderían a lo que hoy llamaríamos un partido "de las capas medias".

[3] Las Centurias Negras eran una formación pro-zarista y antisemita. Participaban activamente de las acciones contra los revolucionarios y los infames pogromos.

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